El registro sanitario de un alimento es la garantía que acredita a la empresa que lo comercializa sea de fabricación nacional, exportador o importador y/o distribuidor, que los productos que ofrece son aptos para el consumo humano y que cumple con estándares de calidad.  Este registro es la certeza y confianza para el consumidor de que, al comprar algo u obtener un servicio, sí se trata de un producto de calidad que se ha sometido a análisis de laboratorio de inocuidad, químicos, biológicos y toxicológicos según las normativas vigentes en el país, adicionalmente a la presentación de los certificados sanitarios correspondientes, como la licencia sanitaria, certificado de buenas prácticas de manufactura, almacenamiento y distribución.

Los productos alimenticios ofrecidos en el mercado deben estar sustentados en base a la satisfacción de las expectativas de sus clientes.  Con clientes satisfechos, las empresas tienen la oportunidad de desarrollarse y expandir sus mercados, aumentando su crecimiento económico. En tal sentido, observemos la importancia que tiene para las empresas y para el consumidor que los productos tengan el registro sanitario correspondiente, no importando si son empresarios pequeños, medianos o grandes. El registro sanitario representa un activo intangible que aporta valor agregado al producto, brindándole al mismo tiempo, mayor competitividad en el mercado y haciendo más fácil el posicionamiento de la empresa y sus productos. Los alimentos se clasifican para su registro sanitario en productos preparados y no preparados, productos de alto riesgo y de bajo riesgo, productos perecederos y no perecederos. De igual forma, las bebidas se pueden clasificar en alcohólicas y no alcohólicas. Para conocer la clasificación del producto de su interés, puede contactarnos y Regulaciones Farmacéuticas, S.A. le ofrecerá la asesoría y servicio para no incurrir en rechazos y atrasos a la hora de gestionar el registro sanitario ante la autoridad competente.